Espacio 13
Adiós estimado Chiclés
¡¡Cuando un amigo se va…
Queda un espacio vacío…!!
Llanto y tristeza en la despedida de un gran deportista y padre de familia
Durante un aniversario de PUNTO en Teocelo al microfono el Chicles, acompañado de su hermano Herminio Hernández Victoria, durante la entrega de un reconocimiento al medio informativo de Alfonso Mora Cid.
Por el Chino Mora
Las notas de la canción de Alberto Cortés, en la voz de Nalo Pozos Jr., hicieron que los ojos se llenaran de lágrimas de todos los que acudimos a despedir al gran “Chiclés”, hasta el panteón municipal de Teocelo. Una fría mañana en donde la lluvia amenazante esperó que se le diera cristiana sepultura a un gran futbolista, padre de familia y entrenador de la niñez teocelence…
“Cuando un amigo se va, queda un espacio vacío, que no lo puede llenar…la llegada de otro amigo…”. Una iglesia repleta de familiares y amigos del Chiclés, escuchando la santa misa de cuerpo presente, paso lento para caminar por Cinco de Mayo hasta la capilla de El Calvario…su misma voz del Chiclés lo despidió con la canción del Tri y Alex Lora, desde la combi del Miguelito, Mr. Tigre…grabación de un evento social guardada por su familia.
“Cuando un amigo se va, queda un tizón encendido, que no se puede apagar, ni con las aguas de un río…”. Tristeza y llanto de la familia teocelence, de todas las clases sociales si es que existen…estudiantes, maestros, campesinos, amas de casa, futbolistas veteranos y nuevos, vecinos representantes de todos los barrios, del Tinaco su barrio, de la Santa Cruz, de Zapaitonal, de el Calvario, de Guerrero y barrio San Pedro, de la Benito Juárez, de Abasolo y de los Cedros…de 5 de mayo y de la calle Juárez, de municipios vecinos como Cosautlán presentes en el adiós definitivo del Chiclés…
“Cuando un amigo se va, una estrella se ha perdido, la que ilumina el lugar, donde hay un niño dormido…”. Sus pupilos, los “pumitas” lo recibieron con aplausos en el cementerio de Teocelo…caritas tristes y espantadas, su entrenador se fue a sumarse a las fuerzas futboleras de San Pedro. Ausencia obligada a soportar pero confiando en que pronto llegará la resignación.
“Cuando un amigo se va, se detienen los caminos, y se empieza a revelar, el duende manso del vino…”. Lo conocimos y siempre echando porras a los veteranos del futbol de Teocelo; con su hermano Herminio asistieron todavía el sábado de feria en este lugar del Dios Tigre. Jugaba Veteranos del Cartero y del Qué pasó, se resistió a jugar, poco lo hacía en los últimos años por una lesión en sus tiempos de portero de los entrañables Pumas…siempre pendiente del futbol y de su responsabilidad como entrenador del Pumitas. Este fue el popular y amigo Chiclés.
“Cuando un amigo se va, queda un terreno baldío, que quiere el tiempo llenar, con las piedras del hastío…”. Te fuiste mi Chiclés, solamente adelantaste el paso que todos definitivamente tenemos que dar. Voluntad divino, mandatos del Creador, que naturalmente algunos nos atrevemos a no pensar; por miedo a la muerte, es natural…recomendable estar preparados.
“Cuando un amigo se va, se queda un árbol caído, que ya no vuelve a brotar, porque el viento lo ha vencido…”. Tu pueblo mi Chiclés, aún sorprendido por tu repentina muerte, te lloró en este lunes de tu funeral…comentaban, analizaban, la llegada al Centro de Salud, sentías molestias, tu salida de este nosocomio y la noticia fatal…Murió el Chiclés. La feria de Teocelo, del Santo Entierro, se aplacó por tu deceso, muestras de solidaridad y de amistad. Así somos en Teocelo, unidos siempre a pesar de los años políticos que deben pasar y ya…Nada cuesta ser amable, sinceros y solidarios en las buenas y en las malas. Teocelo te seguirá respetando junto con tu familia, como lo siguen haciendo con tu señor padre también ausente…”te ponché mijito” se escucha en todas las latitudes y rincones de este hermoso lugar que se llama Teocelo.
Adiós mi Chiclés, no seas malo, guárdame un lugar en tu selección de futbol, en ese equipo inmortal de San Pedro…me sentiré orgulloso de estar en el extremo y tú en la portería celestial…hasta luego mi Chiclés, aquí en Teocelo te extrañaremos. Te lo ganaste: aprecio, amistad y cariño de todos.
Vamos pues…hasta cuatro camionetas de los marinos te rindieron honores y salió el saludo espontáneo de cada uno de ellos, firmes, cautelosos, rostros rudos y duros, te dieron también el adiós.
La familia Mora Chama, Mora López, Mora Sánchez, Mora Flores y Ruiz Mora, estamos con tu familia en estos momentos de dolor, confiando en la misma voluntad de Dios de enviarles una pronta resignación…Hasta pronto mi Chiclés. Ley de la vida, nacer y morir, sencillamente.
“Cuando un amigo se va, queda un espacio vacío, que no lo puede llegan, la llegada de otro amigo…”
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