Evaristo Morales Huertas.
Hace doce años los mexicanos no concebíamos a nuestras ciudades patrulladas por el ejército o la marina; se tenían los problemas normales de un pueblo dedicado al trabajo diario, en el campo, en la fabrica o en la oficina y con sus días de descanso fijados por la ley, preferentemente sábados y domingos que eran utilizados para pasear con la familia.
Los secuestros, homicidios múltiples, levantones, narcotráfico eran noticias llegadas de otros países lejanos a través de la radio, televisión o periódicos, pero nunca imaginamos que un día las viviríamos sus horrores.
Ese día ha llegado; con estupor vemos como se masacran a hombres y mujeres indefensos, a niños y porqué no, a militares, policías y delincuentes, todos seres humanos cuyas vidas productivas se ven truncadas por esta ola de violencia que está invadiendo a México y a nuestro querido estado.
Sin embargo algo más grave está sucediendo en nosotros; nos estamos acostumbrando a convivir con la violenciay la inseguridad, sin atrevernos a levantar una voz de protesta e inconformidad, pero sobre todo sin proponer medidas para frenar el problema, solo lamentándonos.
El grado de responsabilidad en que de alguna manera hemos incurrido todos, nos negamos a reconocerlo, aun a sabiendas de que cuando se equivoca el camino, solamente se puede recuperar la dirección correcta, reconociendo el error incurrido.
No hay sociedad que pueda vivir en sana convivencia sino es dándose un estado de derecho y respetándolo; los mexicanos fuimos capaces de darnos un sistema de leyes justas, pero que desgraciadamente trajeron aparejadas formas aberrantes de violarlas, convirtiendo en un ideal que “las leyes se hicieron para violarlas”, cuando debe ser exactamente lo contrario.
Tal vez 2012, represente nuestra última oportunidad para recomponer el estado de derecho que nos rige; precisamente porque las autoridades federales que hoy marcan el rumbo de aplicación de la ley, tendrán que ser sustituidas por quien nosotros elijamos: Presidente, senadores y diputados de la república serán renovados con la fuerza de nuestro voto, por lo tanto es urgente un sufragio razonado y consciente que será por el bien de nuestras familias y propio, pero sobre todo por el bien de México.
La izquierda, la derecha y el centro, serán las tres opciones que tendremos los mexicanos para elegir el gobierno que queremos, por lo tanto se hace necesario que con seriedad y detenimiento escuchemos la propuesta de cada candidato y sobre todo conozcamos los antecedentes personales y de partido de cada uno de ellos; de eso dependerá el resultado positivo o negativo del gobierno que queremos.
Mientras tanto, estos son tiempos de reflexión y de trabajo, buscando que nuestros hijos se dediquen a lo suyo que es el estudio y se aparten de “snobismos” negativos que puedan llevarlos por el camino del vicio y la perdición; el peligro de convertirnos en “daño colateral”, como se ha dado en llamar a las víctimas civiles inocentes de los enfrentamientos que se están dando, siempre existirá y solamente nos queda rogar al que todo lo puede, nos evite encontrarnos en el lugar y la hora equivocada.- HASTA DENTRO DE OCHO DIAS, SI EL QUE MANDA NO ORDENA OTRA COSA.
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